Una alianza necesaria entre Estado y sociedad civil
Año 7. Edición número 329. Domingo 7 de septiembre de 2014
Entrevista. Pedro Mouratian. Presidente de la RIOOD
Con una puntualidad exacta, el interventor del Inadi y flamante presidente de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación –Riood–, Pedro Mouratian, recibió a Miradas al Sur para repasar la agenda de este espacio y conversar sobre los principales desafíos que tiene el organismo en este nuevo rol de propiciar un liderazgo en la lucha contra la discriminación en la región. Tras compartir unos mates y facturas se aprestó relajadamente a responder las preguntas que le hicimos.
–Generalmente la construcción de redes es una estrategia de la sociedad civil, ¿cómo es que aquí participan organismos estatales en conjunto con organizaciones?
–Primero que la red es una experiencia inédita donde confluyen sociedad civil y Estado, por lo que es un desafío importante que se dé esta articulación, habida cuenta de que tanto el Estado como la sociedad civil tienen agendas que pueden ser similares, pero que los tiempos y las formas de llevar adelante algunos de esos objetivos muchas veces difieren bastante. Por otro lado, los Estados tienen determinadas responsabilidades que la sociedad civil no tiene, porque tiene mayor libertad para poder actuar y poder exigirle al Estado para que cumpla con determinadas agendas planteadas.
–¿Y cómo se potencian esas agendas?
–Lo que creo importante de esta experiencia, como ejemplo, es que los Estados se pueden nutrir de todo lo que la sociedad civil tiene en sí, como una demanda, que es mucho más genuina, que tiene un desarrollo vivencial y territorial diferente al que puede tener la planificación burocrática o el pensamiento que pueda tener un funcionario sobre los problemas de la gente, porque se tiene un contacto directo con la sociedad propia, o con los grupos, que generalmente al estar vulnerados en sus derechos, se están manifestando.
–¿Cuál es el rol del Estado en ese marco?
–Creo que éste es el gran desafío que tiene esta Red, porque también es cierto que para poder llevar adelante este tipo de agenda necesitamos el acompañamiento de la mayor cantidad de organismos del Estado, porque en definitiva para poder cambiar determinadas legislaciones, para desarrollar políticas públicas, o realizar acciones para romper con viejos paradigmas, es necesaria la decisión política que deben asumir los Estados. Por eso, me parece importante que se pueda sumar la mayor cantidad de organismos públicos que trabajan en la materia de cada uno de los países que conforman esta red iberoamericana para poder, realmente a partir de esa agenda en común con la sociedad civil, llevar adelante las políticas necesarias.
–¿El Inadi tuvo un rol activo en la formación de la Red?
–Sí, el Inadi es miembro fundador de lo que ha sido la red desde sus inicios a la fecha, y durante todos estos años ha sido un aliado incondicional que ha tenido la Riood. Y es que desde su propio trabajo, y a partir de que es un organismo que ha tenido el respaldo político necesario para seguir avanzando en una agenda que es realmente ambiciosa, que habla de un país que ha comprometido con la erradicación de la discriminación, especialmente tomando este tema como una política de Estado.
–¿Algo que no se da en todos los países?
–Sí, esto lamentablemente no se da en todos los países, y creo que lo que ha ocurrido con la designación del Inadi al frente de la Riood por los próximos dos años, es que se está haciendo un reconocimiento, no solamente al trabajo que pudo haber llevado adelante un organismo como el nuestro, que es una oficina pública del Estado nacional, sino a las políticas públicas que se llevaron adelante durante las gestiones primero de Néstor Kirchner y hoy de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Creo que es el resultado final de un proyecto de país, que habla de una sociedad vista desde una perspectiva profundamente respetuosa de la diversidad, de la igualación de derechos, y el reconocimiento de esos derechos, y fundamentalmente con un plano de equidad respecto a lo que debe ser cualquier una comunidad diversa. Creo que lo que han hecho el resto de los países y organizaciones que son miembro de la Riood es reconocer, a través del Inadi, a la Argentina por todo lo que se ha avanzado.
–¿Y por qué el Inadi ahora encara este desafío de coordinar la Red?
–Es que el Inadi, y la Argentina, creo que tiene la autoridad moral para poder trabajar, a través de un liderazgo en la materia, porque ha hecho mucho, y lo sigue haciendo. Además creo que el respaldo político que nosotros tenemos para poder avanzar nos permite tener la seguridad de que todo lo que vayamos a emprender va a llegar a buen puerto, justamente porque tenemos legislación que nos avala, porque tenemos políticas públicas que nos fortalecen y porque de alguna manera están todas las estructuras necesarias para poder poner en marcha un proceso de reconocimiento de todos estos derechos en otros países, y donde evidentemente la articulación entre sociedad civil y Estado, inclusive con el acompañamiento tal cual fue expresado públicamente por la Oficina Antidiscriminación del Alto Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas, nos va a posibilitar también mostrar esta experiencia que ha tenido y ha construido la Argentina todos estos años para que muchas de estas prácticas de políticas públicas sean implementadas en la región con la propia construcción que haga cada país.
–¿Cuáles serán las principales acciones que van a impulsar como coordinación?
–Las temáticas van a ser un poco las que se hablaron en el Encuentro. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la problemática de la discriminación racial, donde está como desafío trabajar en el tema del decenio de los afrodescendientes que declaró Naciones Unidas. También están otros temas, como el indígena o el de género, e incluso la problemática migratoria o mismo la diversidad sexual, que son algunos de los ejes fundamentales donde tenemos que ir buscando alianzas estratégicas en cada uno de los países de la región para poder, en algunos casos, avanzar hacia la construcción de planes nacionales contra la discriminación o de organismos que de alguna manera cumplan la función que hoy desarrolla el Inadi en Argentina, y en otros transmitir o trasladar parte de nuestra experiencia para que sea parte de una agenda pública que se empiece a instalar, que comience a debatirse.
–Qué es diverso en toda la región.
– Sí, porque son distintas situaciones en cada país, porque nuestra región atraviesa situaciones políticas diferentes, y lo mismo las sociedades reaccionan por supuesto en consecuencia. Lo que vamos es a tratar de acordar algunos ejes en común, y para eso ya hemos tenido reuniones con la Cancillería argentina, donde realmente hay un acompañamiento muy importante y con distintos organismos del Estado nacional que están muy comprometido con Inadi y fundamentalmente con la temática que llevamos adelante, lo que nos da la seguridad de que juntamente con el acompañamiento de los países que conforman la Riood, más el Alto Comisionado, creo que podemos liderar un proceso que instale el tema de la lucha contra la discriminación como política de Estado a nivel regional.
–Generalmente la construcción de redes es una estrategia de la sociedad civil, ¿cómo es que aquí participan organismos estatales en conjunto con organizaciones?
–Primero que la red es una experiencia inédita donde confluyen sociedad civil y Estado, por lo que es un desafío importante que se dé esta articulación, habida cuenta de que tanto el Estado como la sociedad civil tienen agendas que pueden ser similares, pero que los tiempos y las formas de llevar adelante algunos de esos objetivos muchas veces difieren bastante. Por otro lado, los Estados tienen determinadas responsabilidades que la sociedad civil no tiene, porque tiene mayor libertad para poder actuar y poder exigirle al Estado para que cumpla con determinadas agendas planteadas.
–¿Y cómo se potencian esas agendas?
–Lo que creo importante de esta experiencia, como ejemplo, es que los Estados se pueden nutrir de todo lo que la sociedad civil tiene en sí, como una demanda, que es mucho más genuina, que tiene un desarrollo vivencial y territorial diferente al que puede tener la planificación burocrática o el pensamiento que pueda tener un funcionario sobre los problemas de la gente, porque se tiene un contacto directo con la sociedad propia, o con los grupos, que generalmente al estar vulnerados en sus derechos, se están manifestando.
–¿Cuál es el rol del Estado en ese marco?
–Creo que éste es el gran desafío que tiene esta Red, porque también es cierto que para poder llevar adelante este tipo de agenda necesitamos el acompañamiento de la mayor cantidad de organismos del Estado, porque en definitiva para poder cambiar determinadas legislaciones, para desarrollar políticas públicas, o realizar acciones para romper con viejos paradigmas, es necesaria la decisión política que deben asumir los Estados. Por eso, me parece importante que se pueda sumar la mayor cantidad de organismos públicos que trabajan en la materia de cada uno de los países que conforman esta red iberoamericana para poder, realmente a partir de esa agenda en común con la sociedad civil, llevar adelante las políticas necesarias.
–¿El Inadi tuvo un rol activo en la formación de la Red?
–Sí, el Inadi es miembro fundador de lo que ha sido la red desde sus inicios a la fecha, y durante todos estos años ha sido un aliado incondicional que ha tenido la Riood. Y es que desde su propio trabajo, y a partir de que es un organismo que ha tenido el respaldo político necesario para seguir avanzando en una agenda que es realmente ambiciosa, que habla de un país que ha comprometido con la erradicación de la discriminación, especialmente tomando este tema como una política de Estado.
–¿Algo que no se da en todos los países?
–Sí, esto lamentablemente no se da en todos los países, y creo que lo que ha ocurrido con la designación del Inadi al frente de la Riood por los próximos dos años, es que se está haciendo un reconocimiento, no solamente al trabajo que pudo haber llevado adelante un organismo como el nuestro, que es una oficina pública del Estado nacional, sino a las políticas públicas que se llevaron adelante durante las gestiones primero de Néstor Kirchner y hoy de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Creo que es el resultado final de un proyecto de país, que habla de una sociedad vista desde una perspectiva profundamente respetuosa de la diversidad, de la igualación de derechos, y el reconocimiento de esos derechos, y fundamentalmente con un plano de equidad respecto a lo que debe ser cualquier una comunidad diversa. Creo que lo que han hecho el resto de los países y organizaciones que son miembro de la Riood es reconocer, a través del Inadi, a la Argentina por todo lo que se ha avanzado.
–¿Y por qué el Inadi ahora encara este desafío de coordinar la Red?
–Es que el Inadi, y la Argentina, creo que tiene la autoridad moral para poder trabajar, a través de un liderazgo en la materia, porque ha hecho mucho, y lo sigue haciendo. Además creo que el respaldo político que nosotros tenemos para poder avanzar nos permite tener la seguridad de que todo lo que vayamos a emprender va a llegar a buen puerto, justamente porque tenemos legislación que nos avala, porque tenemos políticas públicas que nos fortalecen y porque de alguna manera están todas las estructuras necesarias para poder poner en marcha un proceso de reconocimiento de todos estos derechos en otros países, y donde evidentemente la articulación entre sociedad civil y Estado, inclusive con el acompañamiento tal cual fue expresado públicamente por la Oficina Antidiscriminación del Alto Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas, nos va a posibilitar también mostrar esta experiencia que ha tenido y ha construido la Argentina todos estos años para que muchas de estas prácticas de políticas públicas sean implementadas en la región con la propia construcción que haga cada país.
–¿Cuáles serán las principales acciones que van a impulsar como coordinación?
–Las temáticas van a ser un poco las que se hablaron en el Encuentro. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la problemática de la discriminación racial, donde está como desafío trabajar en el tema del decenio de los afrodescendientes que declaró Naciones Unidas. También están otros temas, como el indígena o el de género, e incluso la problemática migratoria o mismo la diversidad sexual, que son algunos de los ejes fundamentales donde tenemos que ir buscando alianzas estratégicas en cada uno de los países de la región para poder, en algunos casos, avanzar hacia la construcción de planes nacionales contra la discriminación o de organismos que de alguna manera cumplan la función que hoy desarrolla el Inadi en Argentina, y en otros transmitir o trasladar parte de nuestra experiencia para que sea parte de una agenda pública que se empiece a instalar, que comience a debatirse.
–Qué es diverso en toda la región.
– Sí, porque son distintas situaciones en cada país, porque nuestra región atraviesa situaciones políticas diferentes, y lo mismo las sociedades reaccionan por supuesto en consecuencia. Lo que vamos es a tratar de acordar algunos ejes en común, y para eso ya hemos tenido reuniones con la Cancillería argentina, donde realmente hay un acompañamiento muy importante y con distintos organismos del Estado nacional que están muy comprometido con Inadi y fundamentalmente con la temática que llevamos adelante, lo que nos da la seguridad de que juntamente con el acompañamiento de los países que conforman la Riood, más el Alto Comisionado, creo que podemos liderar un proceso que instale el tema de la lucha contra la discriminación como política de Estado a nivel regional.
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