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jueves, 7 de noviembre de 2019

Los Bolsonaro cada vez más bravucones ante un Lula cada vez más cerca de la libertad




Los Bolsonaro cada vez más bravucones ante un Lula cada vez más cerca de la libertad

El STF fallaría a favor del líder del PT, mientras el presidente se dedica a atacar a sus detractores y su hijo amenaza con usar procedimientos de represión vigentes en la dictadura si la izquierda se "radicaliza".
(Foto: AFP)
3 de Noviembre de 2019
Los jueces del Supremo Tribunal Federal (SFT) tienen ocasión de irritar aun más al de por sí explosivo presidente brasileño Jair Bolsonaro cuando este martes realice una nueva audiencia para decidir sobre el pedido de inconstitucionalidad que realizaron los defensores de Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el cumplimiento de prisión efectiva por una condena en primera y segunda instancia que no está firme.
El 5 de noviembre, el STF retomará una sesión que está en cuarto intermedio, en proceso de decisión sobre un petitorio del Colegio de Abogados de Brasil (OAB), el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y el partido Patriota, en el que ya votaron siete miembros del STF. Cuatro magistrados se pronunciaron por la continuidad de la resolución de 2016 que permitió el encarcelamiento de Lula –quien hoy se encuentra entre las rejas de la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba– pero hay grandes chances de que los cuatro ministros que restan acompañen a los tres jueces que ya dieron su voto por la inconstitucionalidad de la medida y su nulidad. Esta circunstancia habilitaría la libertad de Lula –por siete votos a favor y cuatro en contra–, beneficio que se podría cumplir en los días inmediatos.
Si bien Lula manifestó que no quiere la libertad sin que se reconozca su inocencia, lo cierto es que su pedido devendría en abstracto y el "Lula Libre" que se reclama desde todo el mundo –incluso lo hizo nuevamente el presidente electo argentino, Alberto Fernández– se cumpliría inmediatamente.
De todas maneras, aún pesaría la inhabilitación electoral por la Ley de Ficha Limpia, que impide a un condenado en doble instancia presentarse a elecciones. Pero lo cierto es que el líder petista quedaría nuevamente en escena política, de cara a las elecciones municipales de 2020 y ante posibles movimientos políticos del tambaleante gobierno de Jair Bolsonaro.
Contra todos
Con una serie de bravuconadas, Bolsonaro parece estar contra las cuerdas y ataca a sus detractores, incluso sin medir los alcances institucionales, como los embates que realizó sobre Alberto Fernández (ver página 5) luego de haber apoyado la reelección de Mauricio Macri. La misma situación sucedió con Uruguay, donde Bolsonaro afirmó que "hace fuerza" para la derrota oficialista en segunda vuelta, cosa de tener un presidente en Montevideo "más alineado con nosotros", lo que provocó la citación del embajador brasileño, Antonio Simoes, para pedir explicaciones.
Muchos esperan que las aguas se apacigüen para el 5 de diciembre, momento en que se produzca la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, y donde Jair Bolsonaro recibirá la presidencia pro témpore del Mercosur de Macri. El evento se registrará en la ciudad de Bento Gonçalves, unos 125 kilómetros al norte de Porto Alegre, en el estado de Río Grande del Sur.
Bolsonaro también atacó a la TV Globo, por dar a conocer un informe periodístico en el cual se informa que el portero de la residencia donde vivía declaró que uno de los acusados por el crimen de la concejal Marielle Franco visitó el condominio horas antes del atentado, dejando registrada la visita al entonces diputado y candidato a presidente en el libro de ingresantes.
Encolerizado, Bolsonaro trató de "sinvergüenzas" y "canallas" a la TV Globo, y desafiante les dijo que "no lo verán caer". Incluso, canceló todas los avisos estatales de la Folha de São Paulo, otro medio no alineado con el oficialismo. Además acusó de filtrar la noticia al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel.
De tal palo tal astilla, el hijo del presidente, Eduardo Bolsonaro, se sumó a la bravuconería, al alegar que ante la "radicalización" de la izquierda "se va a precisar una respuesta, que puede ser un nuevo AI5". Se trata de un Acta Institucional que recuerda un hecho visceral en la política brasileña, cuando la Dictadura Militar profundizó su represión en 1968, dejando de lado los resguardos institucionales que había tenido desde el golpe, cuatro años antes. Ante las repercusiones por esta amenaza de interrupción constitucional, el diputado tuvo que hacer una declaración explicando sus declaraciones y pidiendo disculpas.
Quien salió al cruce de los Bolsonaro fue el Luiz Inácio Lula da Silva, quien respondió al diputado diciendo "se necesita más democracia y no menos".
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domingo, 21 de julio de 2019

Apuntar al mensajero: la estrategia del juez que condenó a Lula





Apuntar al mensajero: la estrategia del juez que condenó a Lula

Glenn Greenwald, el periodista que develó chats que muestran cómo Sergio Moro manipuló el proceso contra el expresidente, es víctima de una campaña de desprestigio. Se resquebraja el cerco mediático que protegía al ministro clave del actual mandatario Jair Bolsonaro.
(Foto: Planalto)
7 de Julio de 2019

Las revelaciones sobre el accionar del ahora ministro de Jair Bolsonaro, Sergio Moro, para procesar, detener y sacar de la carrera presidencial a Lula da Silva, calienta el clima político brasileño y en su defensa, el exjuez y los trolls bolsonaristas agudizan los ataques contra el periodista estadounidense Glenn Greenwald
En una sesión áspera, el ministro de Justicia y Seguridad tuvo un fuerte cruce con Glesi Hoffman, diputada y presidenta del Partido dos Trabalhadores (PT), quien le advirtió que podría ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal de la República Federativa de Brasil, por la forma grosera en que manipuló el proceso judicial contra Lula da Silva. La dirigente lo increpó diciéndole: "Usted no está siendo juzgado, pero están proceso de serlo en el STF bajo sospecha, en un hábeas corpus del presidente", refiriéndose al debate que está teniendo el máximo tribunal y que podría liberar al exmandatario en el mes de agosto.
Moro se tuvo que presentar ante la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja a dar explicaciones por las conversaciones que fueron difundidas en la prensa a partir de una publicación de Greenwald, fundador del portal The Intercept, donde a partir de comunicaciones del entonces juez se evidencia su presión para direccionar la causa contra el exmandatario y líder del PT, provocar su prisión y luego exclusión de la contienda electoral por la presidencia, que finalmente y por esta razón, ganó Bolsonaro.
El eje de defensa de Moro consistió en atacar a Greenwald, a quien acusó de realizar una difusión "sensacionalista" de la información. Y no sólo eso, sino que redobló el embate al imputarlo de formar parte de un "ataque criminal para invalidar las condenas" por el Lava Jato, con lo cual recibió el beneplácito del bloque oficialista de diputados con manifestaciones de halagos y apoyos.
A partir de ese momento, el periodista estadounidense pasó a ser blanco de la ofensiva del bolsonarismo, tanto en medios como en redes sociales, donde incluso difundieron una fake new sosteniendo que Policía Federal estaría investigando cómo logró acceder a la información que expone a Sergio Moro y revisando presuntas cuentas ilegales a su nombre que lo harían incurso en el delito de lavado de dinero. Algo que fue negado rotundamente por Greenwald, quien afirmó que esa noticia falsa podría ser una represalia por sus develaciones.
La difusión periodística que dio conocer el sitio The Intercept implica un punto de inflexión en la investigación de la presunta participación de Lula en la causa de Lava Jato, porque devela conversaciones donde el Moro instaba activamente a los fiscales del caso a investigar y encarcelar al ex presidente, hecho que se produjo a pesar de no existir pruebas fehacientes sino “indicios”.
Así, quedó en escena Greenwald, un exabogado que es editor en jefe de The Intercept desde 2014, momento de su creación. Un periodista que vive en Río de Janeiro desde hace 14 años y se dedica a este tipo de revelaciones periodísticas de fuerte impacto político. Una muy importante quedó plasmada en su libro No Place to Hide (Sin lugar para esconderse), que trata sobre el estado de vigilancia de los EE UU y donde expone su experiencia en la presentación de los documentos del analista Edward Snowden en todo el mundo. The Intercept proclama hacer un "periodismo confrontativo".
No obstante a la destacada labor periodística de Greenwald, incluso galardonada con el Pulitzer, la estrategia de Moro, potenciada por el bolsonarismo en redes y medios, fue constituir en una falacia la presentación de Greenwald, acusando de haber recurrido a material obtenido ilegalmente y utilizarlo para bajar las investigaciones del Lava Jato, sin desmentir que las conversaciones hayan sido ciertas.
Un dato relevante es que Moro cuenta con el férreo apoyo de Jair Bolsonaro que lo sostiene como ministro, e incluso, según indican algunas encuestas, mantiene un 51% de respaldo en la ciudadanía.
Con sorna, Greenwald en su cuenta de Twitter @ggrenwald posteó una especie de respuesta diciendo: "La ironía es obvia: el movimiento Bolsonaro pasó años afirmando que el Partido de los Trabajadores fue una tiranía que atacó a una prensa libre. Nunca lo hizo". Al mismo tiempo, subió un vídeo del Papa Francisco donde sostiene la necesidad de defender buenos jueces, presentándolo como un apoyo y un tiro por elevación al ministro.
Si bien Moro disfrutó de cierta cobertura mediática de quienes defienden su investigación, algunos medios del establishment como la revista Veja, comienzan a cuestionar el accionar del exjuez, poniendo a la intemperie el law fare accionado para impedir el regreso de Lula como presidente. La publicación se sumó a Folha de São Paulo y también difunden el material de The Intercept. El interrogante es si esto afectará a la legalidad y legitimidad del mandato de Jair Bolsonaro. «

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domingo, 21 de abril de 2019

Bolsonaro y sus SA



Bolsonaro y sus SA

(Foto: AFP)
21 de Abril de 2019
Si bien alguno pensaría que la nota es sobre sociedades anónimas de Jair Bolsonaro, se advierte que no, sino que propone analizar a las milicias vinculadas a su familia. Las SA eran grupos paramilitares liderados por Ernst Röhm, que fueron clave en el ascenso de Adolf Hitler, más allá que luego se deshizo de ellos.
Más allá que el actual presidente sostiene que su estrecha relación con Israel invalida catalogarlo de nazi, e incluso afirma que el nazismo era un movimiento de izquierda, por la nominación Nacional-Socialista del partido, omitiendo que sus fundadores buscaban atraen obreros para alejarlos del comunismo, lo cierto es que su posición xenófoba, misógina, homofóbica y nacionalista habilita a denominarlo así. De hecho, la muerte de la política de izquierda Marielle Franco puso de manifiesto los vínculos que tienen las milicias paramilitares que operan en Río con la familia Bolsonaro, habiendo sido un sostén clave en el ascenso del actual mandatario. Estas milicias surgieron como respuesta de los poderosos a la inseguridad reinante de una ciudad altamente favelada con viviendas precarias e instalación de bandas de narcotráfico. Se estima que de los 5 millones que viven en Río, un 20% vive en las casi mil favelas que se asientan en su territorio, lo que permitió el asentamiento de clanes de contrabando.
Bajo la connivencia de las autoridades políticas, las milicias se fueron organizando como propuesta de seguridad en diferentes áreas de la ciudad. Compuestas por diversos agentes o ex agentes de seguridad (gendarmes, oficiales, bomberos o militares de menor rango). Ese modelo de autoorganización policial es ivindicado por Jair Bolsonaro, promoviendo la libre portación de armas y la licencia amplia para matar de las fuerzas de seguridad, su slogan “bandido bueno es bandido muerto” y la mano en forma de pistola es tan similar como la arenga antijudía y la mano en alto del nazismo.Incluso, cumpliéndose el apotegma marxista que la historia se repite dos veces, las fuerzas militares oficiales de Brasil interpelan el accionar de las milicias y llaman la atención sobre los vínculos con la familia Bolsonaro. Uno surgido directamente de los sospechosos de haber matado a Marielle.El supuesto autor de los 13 disparos del asesinato fue Ronaldo Lessa, quien además de haber sido vecino del presidente, en Barra de Tijuca, complejo de alta gama, su hija tuvo una relación con Giniton Lages, uno de los hijos del clan Bolsonaro, relación que acercó a las familias más allá del noviazgo. Otro vínculo es el que tuvo el ahora senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente, que en su despacho como diputado estadual tuvo como empleadas a la madre y esposa de Adriano Magalhães da Nóbrega, un excapitán de la Policía Militar de Río de Janeiro que sería el mandamás de una milicia llamada “Oficina del Crimen”, una de las más peligrosas del Estado.
Y los nexos no terminan: existen fotos de Jair y Flavio Bolsonaro junto a los gemelos Alan y Alex Rodrigues, hoy jefes de la milicia de São Gonçalo; así como la designación en la Casa Civil como secretario para el nexo con la Cámara de Diputados de Carlos Humberto Mannato, uno de los ex líderes de la milicia Le Cocq en el estado de Espíritu Santo.
A lo largo de su carrera política, Bolsonaro defendió el accionar de las milicias: “Quieren hacer creer que los milicianos son el símbolo de la maldad, peores que los narcotraficantes”; incluso las promovió: “Si el Estado no tiene el coraje de adoptar la pena de muerte, el crimen de exterminio es muy bienvenido”. «

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lunes, 25 de marzo de 2019

Temer a las sombras del Lava Jato




Temer a las sombras del Lava Jato

(Foto: AFP)
Por Ricardo Romero - Politólogo /UBA
24 de Marzo de 2019
No sorprende la detención del expresidente Michel Temer por corrupción. Desde que le entregó la banda presidencial a Jair Bolsonaro perdió sus fueros y el reloj de arena de la Justicia comenzó a correr. La decena de causas de corrupción abiertas marcaban que su prisión iba a acontecer en cuestión de tiempo y sencillamente sucedió, no lo pudieron evitar.
Ya en diciembre de 2010, en una columna en este medio, se analizaba a Michel Temer como un posible conspirador. Seis años después, fue el artífice, junto a Eduardo Cunha, ambos del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) de consumar el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff.
El objetivo central del impeachment lo manifestó quien se convirtiera en ministro de Planificación del gobierno de Michel Temer, Romero Juca, quien en una grabación sostuvo que el golpe era necesario para frenar la sangría política que provocaba el avance del Lava Jato, las investigaciones por corrupción de Petrobras. Sin embargo, si bien lograron el desplazamiento de Dilma, no consiguieron consolidar una continuidad de la coalición política que realizó la movida.
Oportunamente, las investigaciones impulsadas por el en aquel entonces juez  y actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, referidas a la Operación Lava Jato, provocaron que sea apresado Cunha, el socio político de Temer en el armado del impeachment, por una condena por desvío de dinero destinado a las obras de Porto Maravilha en Río de Janeiro. Según la delación del empresario Ricardo Pernambuco, las empresas Odebrecht, OAS y Carioca Engenharia acordaron un pago de 50 millones de reales (unos 13 millones de dólares).
Más allá que impidieron la postulación de Luiz Ignacio Lula Da Silva a la presidencia, evitando el regreso de una alianza liderada por el Partido dos Trabalhadores, no lograron instalar un candidato de la coalición, especialmente desde tradicional Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y quedaron presos del devenir electoral de Jair Bolsonaro, abriendo especulaciones sobre la continuidad de las investigaciones.
Muchos analistas entendían que las causas se iban a dilatar, tanto por la designación de Sergio Moro en el Gabinete, como por el fallo del Supremo Tribunal Federal que determinó que los delitos de lavado de dinero debían ser juzgados por cortes electorales y no por las penales, entendiendo que están asociadas a financiación ilegal de campañas. Sin embargo, el Ministerio Público Federal acusó al expresidente Temer de encabezar una "organización delictiva" que estructuró un esquema de cobro de coimas en la construcción de la usina nuclear de Angra III, a través de sobrefacturación y lobby parlamentario.
La detención encendió las alertas del arco político, tanto del MDB que a través de un comunicado salió pedir que se garantice el derecho a la "libertad individual, la presunción de inocencia y el derecho de defensa", como de la oposición. Paradójicamente, en la misma línea Dilma pidió evitar encarcelaciones sin sentencia firme.
Por su parte, el vicepresidente Hamilton Mourão, quien instaló la posibilidad que Michel Temer sea liberado "dentro de poco" por decisión de "un ministro cualquiera", según afirmó a O Globo. Si bien existiría un vínculo de fraternidad masónica que ligaría a Mourão con Temer, lo cierto es que ante la consulta del impacto que tiene la detención frente a la estrategia del gobierno de aprobar la Reforma Previsional, el actual vicepresidente intentó minimizar la situación, aunque lo cierto es que las sombras del Lava Jato aún oscurecen la política brasileña.  «
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domingo, 10 de febrero de 2019

Entre el diálogo y las elecciones


Entre el diálogo y las elecciones

(Foto: AFP)
Por Ricardo Romero - Politólogo - www.ricardoromero.com.ar - Desde Montevideo
10 de Febrero de 2019
Difícilmente, se aceptaría como democrático un país donde el que más votos tiene no gane; o que sólo dos partidos puedan fiscalizar; lo mismo que no tenga un padrón universal o lugares neutros de votación; incluso que no fije fecha única de sufragio y exista traslado de votos con elección indirecta.
Paradójicamente, así es la democracia norteamericana, nación que impulsa la intervención militar por la "democratización" en Venezuela.
Y cabe señalar que los cuestionamientos a la elección presidencial de Nicolás Maduro de mayo 2018 no son a los procedimientos electorales sino a la legitimidad de la convocatoria, realizada por una Asamblea Constituyente, a la que la oposición se negó a participar y volvió con su estrategia política de deslegitimar al gobierno chavista, como ya lo hizo en 2002, hasta el punto de desconocerlo.
En un contexto de petróleo barato, que desgasta las arcas del chavismo, convergen los intereses norteamericanos con la oposición venezolana al gobierno de Maduro, para sacarlo antes que una posible suba lo fortalezca en el poder nuevamente. Por eso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump apoya la aventura de Juan Guaidó, de Voluntad Popular –ala radical del antimadurismo–, ungido presidente de la Asamblea Nacional por acuerdo de rotación de la oposición, quien se autoproclamó presidente interino ante un Cabildo popular, porque se especula que no lo lograría en el mismo Parlamento por división de la oposición.
Si bien los otros "veto players" (jugadores de peso) del escenario internacional, China y Rusia, manifiestan el respaldo a Maduro, gran parte de América reconoce a Guaidó, e incluso la Unión Europea llamó al mandatario venezolano, que si bien lo reconoce, a convocar a nuevas elecciones, so pena de apoyar a Guaidó.
Incluso acompañan sanciones que aplica Estados Unidos, que refuerza el planteo de derrocamiento a Maduro por rechazar ayuda humanitaria de una crisis que sus medidas profundizan.
Quedan claros los bandos, pero independientemente del que se forme parte, si se quiere evitar una intervención militar, como el que promueve vehementemente el vicepresidente Mike Pence y que Guaidó pone como alternativa si no logra quebrar a los militares venezolanos, resulta necesario propiciar un marco que evite un baño de sangre.
Así, países como México y Uruguay alentaron a un diálogo para superar en paz el conflicto. En ese contexto, se produjo en Montevideo un encuentro del Grupo Internacional de Contacto, formado especialmente de Uruguay, México y países de la Unión Europea, a fin de impulsar un "Mecanismo" que permita una solución diferente a la aventura militar propuesta por Estados Unidos y la radicalizada oposición venezolana.
Bajo la hegemonía europea, la idea que se impuso fue la convocatoria a nuevas elecciones en Venezuela, aunque se abrió un debate sobre el alcance de las facultades para forzar a Nicolás Maduro a realizarlas, más aún, cuando tuvo la cintura de promover una nueva elección de la Asamblea Legislativa y siempre dijo querer dialogar con la oposición.
No obstante, el nudo central del objetivo lo sostuvo, Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), quien dijo que: "Es fundamental evitar la violencia interna y la intervención externa y abrir un camino para un proceso político creíble que conduzca a elecciones anticipadas". A la consulta de cómo sería ese proceso, Mogherini respondió: "que es vital abrir nuevos espacios en la búsqueda de una respuesta de paz que evite la guerra". «
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sábado, 2 de febrero de 2019

Brasil: la fórmula del éxito está en terapia intensiva




Brasil: la fórmula del éxito está en terapia intensiva

La relación entre Jair Bolsonaro y el general Antonio Mourão parece estar quebrada, así como la de los militares con los neoliberales del Gabinete.
3 de Febrero de 2019

Transcurrió el primer mes del gobierno de Jair Bolsonaro y lo primero que se puede ver es una fuerte tensión al interior del Gabinete, que le genera idas y venidas en su gestión, especialmente marcada con su vicepresidente, el general retirado Antonio Hamilton Mourão, quien participa del gobierno junto a militares que le responden. Tan es así que durante su convalecencia tras la operación a la que se sometió como secuela del atentado que sufrió en campaña, Bolsonaro siguió gobernando desde el sanatorio sin cederle un ápice de poder a su compañero de fórmula, quien admitió públicamente que no habla con el presidente. Como dato de color, se destaca que cuando Bolsonaro fue a l Foro Global en Davos, Mourão se apuró a lanzar un tuit: "El día de hoy soy su presidente".
En el Gabinete se expresan diferentes intereses, especialmente el que impulsa el bloque castrense, con el vice a la cabeza, que bajo una línea desarrollista centrada en la experiencia de los planes económicos del período militar, acaparó las estratégicas carteras de Infraestructura (Tarcisio Gomes de Freitas); Minas y Energía (Bento Costa Lima Leite de Alburqueque); o Ciencia y Tecnología (Marcos Pontes), entre otras áreas como defensa nacional (Fernando Azevedo e Silva) e institucional (Augusto Heleno Ribeiro).
Sin duda, esto entra en contraposición con la línea neoliberal que promueve Paulo Guedes en Economía y Roberto Campos Neto en el Banco Central, sin embargo, es un esquema parecido al "desarrollismo ortodoxo" que implementaron tanto Luiz Inácio Lula da Silva como Dilma Rousseff, centrados en una política monetaria restrictiva y equilibrio fiscal, con fuerte política de inversiones, especialmente basadas en el superávit comercial.
Además, hay cruces en otras áreas, como política exterior, donde el canciller Ernesto Araújo propicia un alineamiento con el presidente norteamericano Donald Trump, en tanto el nacionalismo militar le pone restricciones, como el rechazo a una base militar en Brasil o la negativa de propiciar una intervención militar en Venezuela, más allá de que acompaña la estrategia de caída de Nicolás Maduro.
Incluso, teniendo presente las manifestaciones contra la "ideología de género" expuesta por Jair Bolsonaro en su asunción y las acciones de la verborrágica ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, la pastora evangelista Damares Alves, sorprendieron las declaraciones de Hamilton Mourão a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, considerando que debe ser una decisión exclusiva de la mujer, algo que la Rede Globo, crítica del gobierno, difundió con agrado.
De hecho, esas declaraciones surgen de una entrevista otorgada a periodistas del Jornal O Globo, donde además Hamilton Mourão sostuvo que no habla con Bolsonaro desde las elecciones y no ocultó las diferencias con el presidente, como la propuesta de mudar la embajada brasileña en Israel de Tel Aviv a Jerusalén: "Yo soy un conservador. Queda donde está".
No obstante las diferencias con su vice, Bolsonaro avanzó en ciertas líneas de su programa, especialmente la de facilitar la posesión y portación de armas. También, en el afán de combatir el "socialismo" en Derechos Humanos arremetió sobre conquistas alcanzadas por las mujeres y comunidades LGTBI, Afro e Indígenas, alegando que "las minorías deben adaptarse al planteo de mayorías".
También avanzó sobre derechos laborales, eliminó el Ministerio de Trabajo, creado en 1930 por Getulio Vargas, y en su primer día de mandato redujo el aumento aprobado por el Congreso Nacional de R$ 1006 a R$ 998. En tanto que, en Educación, Ricardo Vélez avanza en restricciones presupuestarias, como el fin de la beca ProUNI, alegando que "la idea de universidad para todos no existe".
A su vez, en pleno desastre ambiental generado por la ruptura de la represa de la empresa Vale en Brumadinho (Minas Gerais), el área de Medio Ambiente profundiza el desastre de la mano del ministro Ricardo Salles, que tiene relaciones con las mineras y que fue condenado por fraudes ambientales y es fuerte partidario de entregar el Amazonas a Estados Unidos, en otra disputa con los militares.
Otras líneas de acción del gobierno entran en tensión con sectores liberales, por ejemplo en lo que refiere a restringir la libertad de expresión o el acceso a la información, en especial, cuando su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, está en la mira por acciones fraudulentas y criminales, y el mismo sector militar propone soltarle la mano.
Un paso adelante, dos atrás
Algo que caracterizó el primer mes de la gestión de Jair Bolsonaro fueron su avances y retrocesos. Por ejemplo, el mismo 4 de enero, sostuvo que aceptaría discutir una base militar de EE UU en Brasil, inmediatamente los militares en el Gabinete lo objetaron y debió descartar la hipótesis. Días después, el 8 de este mes, anunció un aumento del IOF (Impuesto a Operaciones Financieras) que fue inmediatamente corregido por el ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, quien argumentó que Bolsonaro "se equivocó". A las pocas horas, también fue desmentido su anuncio de reducción de la alícuota del IR (Impuesto a la Renta). Al día siguiente, Lorenzoni anunció una fuerte "despetización" en la gestión, exonerando funcionarios, pero que descartaron por peligro de paralizar la administración. También se retrajo de anuncios como privatizar  TV Brasil o la parte estatal de EBC, o los cambios en los criterios para la adquisición de libros didácticos. Incluso, criticó los términos para la fusión de Embraer Boeing, sin embargo terminó autorizando la operación. A su vez, dio marcha atrás en decisiones tomadas, como la designación del responsable en la ENEM o la convocatoria a una entrevista colectiva en Davos.




martes, 29 de enero de 2019

El nexo entre Guaidó y los militares



El nexo entre Guaidó y los militares

La supuesta pertenencia a la masonería del presidente autoproclamado y de las Fuerzas Armadas venzolanas.
(Foto: AFP)
27 de Enero de 2019
Tanto oficialismo como oposición mueven sus piezas en el complejo tablero político de Venezuela. Mientras Nicolás Maduro se aprestaba a dominar la partida, un alfil (Juan Guaidó) se constituyó en Rey y le cantó jaque, tratando de realinear las fichas y revertir la situación del juego.
Quien realizó este movimiento es el actual Presidente de la Asamblea Legislativa, que está dominada desde 2016 hasta el 2021 por una oposición heterogénea, centrándose en el artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (elaborada en 1999). Juan Guaidó se autoproclamó Presidente al alegar la vacancia del Poder Ejecutivo Nacional, desconociendo los procesos electorales, tanto la Constituyente de 2017, donde sólo se presentó el oficialismo, aunque 5 gobernadores opositores la juramentaron, como la elección presidencial de mayo 2018, donde gran parte de la oposición decidió no participar por la inhabilitación de sus principales líderes.
Oriundo de La Guaira, cerca de Caracas, logró ser diputado suplente en 2011 por Voluntad Popular y fue reelegido en 2016 como titular de la Asamblea Legislativa, de la cual fue designado su presidente el 5 de enero pasado.
Bajo la tutela o presión de EE UU, donde el presidente Donal Trump impulsa la intervención militar o su vicepresidente Mike Pence propicia directamente un golpe, Juan Guaidó buscó el reconocimiento internacional.
Así, Guaidó juró su cargo en una tarima callejera ante una multitud, atento a que no podría reunir a la Asamblea Nacional (ya que hay disidencias en la oposición), apelando al reconocimiento popular.
Además busca explícitamente que las Fuerzas Armadas venezolanas retiren su férreo respaldo al gobierno de Maduro. Incluso, en un video viralizado Guaidó apeló a su supuesta condición de masón, recibiendo apoyo de organizaciones masónicas del continente, buscando un lazo fraternal con los militares venezolanos, donde gran parte del generalato tiene pertenencia masónica. Especialmente la tendría el General Vladimir Padrino López, que si bien ocupa el Ministerio de Defensa ostenta atribuciones casi como un Jefe de Gabinete.
Las fuerzas armadas venezolanas tienen una fuerte tradición masónica, que vienen desde su emancipación con figuras como Francisco de Miranda y Simón Bolívar, y casi no se puede ser general sin pertenecer a un orden. De hecho, muchos alegan que la pertenencia de Chávez impidió que fuera fusilado en el intento de Golpe de abril de 2002.
Si bien la masonería está dividida, de la Gran Logia de Venezuela se desprendieron la Gran Logia de la República Bolivariana (preponderantemente chavista) y la Gran Logia Regular (liberal). En la última, Guaidó tendría sólo tres años, mientras que Padrino López habría cumplido treinta y tres en la bolivariana, que reivindica el legado de Chávez pero es crítica de Nicolás Maduro, que no pertenece a una orden ni es militar..
Es Vladimir Pradrino López quien encarna el respaldo de las Fuerzas Armadas al presidente, y si bien Guaidó rechazó el diálogo propuesto por Nicolás Maduro, este vínculo fraternal podría ser una base que evite un baño de sangre y reencauce la democracia en ese país.
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