OPINAN
Ricardo Romero
05 de Mayo de 2015
Los uruguayos van de nuevo a
las urnas este 10 de mayo para elegir autoridades municipales, cerrando el
ciclo electoral abierto el año pasado con la renovación del ejecutivo y
legislativo nacional.
Los uruguayos van de nuevo a las urnas este 10 de mayo para
elegir autoridades municipales, cerrando el ciclo electoral abierto el año
pasado con la renovación del ejecutivo y legislativo nacional.
El Frente Amplio pretende consolidar la continuidad de su proyecto luego de haber obtenido un nuevo mandato y salir del retroceso electoral que tuvo en 2010, cuando retrocedió en caudal de votos en Montevideo y Canelones y perdió la conducción de los departamentos de Salto, Paysandú, Florida y Treinta y Tres, aunque logró retener Maldonado y Rocha, conservando así los municipios más populosos del país.
La oposición quiere disputarle el bastión al Frente Amplio, la ciudad de Montevideo, distrito electoral que concentra el 50% del electorado nacional y que el oficialismo gobierna desde 1989. En 2010, la actual intendenta Ana Olivera retuvo el gobierno local, pero con el 45%, lejos del 61% que había obtenido Ricardo Erlich en 2005. Es un dato que la oposición quiere aprovechar, por eso los partidos Blanco y Colorado realizaron una alianza, el Partido de la Concertación, que intentará arrebatarle la administración al frenteamplismo postulando en un mismo lema a sus candidatos (Álvaro Garcé, Edgardo Novick y Ricardo Rachetti).
En tanto que los herederos de Liber Seregni no se quedan quietos y su interna atrae a votantes. Es que aprovecharon la ley de lemas y postularon a tres candidatos. Toda el ala izquierda encabezada por el Movimiento de Participación Popular impulsa a Lucía Topolansky, quien es esposa del ex presidente José Mujica y recibe el apoyo del vicepresidente Raúl Sendic y el Partido Comunista. En tanto que al senador Daniel Martínez lo promueve el socialismo de Tabaré Vázquez, Asamblea Uruguay de Danilo Astori y la Vertiente Artiguista. Por su parte, Virginia Cardozo logra el acompañamiento del Partido por la Victoria del Pueblo.
Los sondeos indican que podría darse una disputa reñida en el Frente Amplio entre Topolansky y Martínez, que les permitiría alzarse con el primer puesto en la contienda general, concentrando una intención de voto de más del 50 por ciento. Y pareciera ser que el flamante lema “Partido de la Concentración” no alcanzaría sus objetivos, porque llega a un 26% de las preferencias, teniendo una disputa marcada entre Garcé y Novick. En tanto que el Partido Independiente alcanza el 2% y la Unidad Popular mide el 1 por ciento.
Según los especialistas, los departamentos muestran cierta estabilidad y no se esperan grandes cambios, aunque las urnas sentenciarán el mapa político del próximo lustro uruguayo, donde los frenteamplistas son preponderantes en zonas urbanas y los partidos tradicionales retienen los departamentos rurales.
El Frente Amplio pretende consolidar la continuidad de su proyecto luego de haber obtenido un nuevo mandato y salir del retroceso electoral que tuvo en 2010, cuando retrocedió en caudal de votos en Montevideo y Canelones y perdió la conducción de los departamentos de Salto, Paysandú, Florida y Treinta y Tres, aunque logró retener Maldonado y Rocha, conservando así los municipios más populosos del país.
La oposición quiere disputarle el bastión al Frente Amplio, la ciudad de Montevideo, distrito electoral que concentra el 50% del electorado nacional y que el oficialismo gobierna desde 1989. En 2010, la actual intendenta Ana Olivera retuvo el gobierno local, pero con el 45%, lejos del 61% que había obtenido Ricardo Erlich en 2005. Es un dato que la oposición quiere aprovechar, por eso los partidos Blanco y Colorado realizaron una alianza, el Partido de la Concertación, que intentará arrebatarle la administración al frenteamplismo postulando en un mismo lema a sus candidatos (Álvaro Garcé, Edgardo Novick y Ricardo Rachetti).
En tanto que los herederos de Liber Seregni no se quedan quietos y su interna atrae a votantes. Es que aprovecharon la ley de lemas y postularon a tres candidatos. Toda el ala izquierda encabezada por el Movimiento de Participación Popular impulsa a Lucía Topolansky, quien es esposa del ex presidente José Mujica y recibe el apoyo del vicepresidente Raúl Sendic y el Partido Comunista. En tanto que al senador Daniel Martínez lo promueve el socialismo de Tabaré Vázquez, Asamblea Uruguay de Danilo Astori y la Vertiente Artiguista. Por su parte, Virginia Cardozo logra el acompañamiento del Partido por la Victoria del Pueblo.
Los sondeos indican que podría darse una disputa reñida en el Frente Amplio entre Topolansky y Martínez, que les permitiría alzarse con el primer puesto en la contienda general, concentrando una intención de voto de más del 50 por ciento. Y pareciera ser que el flamante lema “Partido de la Concentración” no alcanzaría sus objetivos, porque llega a un 26% de las preferencias, teniendo una disputa marcada entre Garcé y Novick. En tanto que el Partido Independiente alcanza el 2% y la Unidad Popular mide el 1 por ciento.
Según los especialistas, los departamentos muestran cierta estabilidad y no se esperan grandes cambios, aunque las urnas sentenciarán el mapa político del próximo lustro uruguayo, donde los frenteamplistas son preponderantes en zonas urbanas y los partidos tradicionales retienen los departamentos rurales.
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Politólogo UBA/UNSAM. Observatorio Política Latinoamericana UBA.
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