Este concepto el de Pallywood fue
creado acuñado por Richard Landes en 2005 y el lo utiliza para defender la política
del Estado de Israel frente a Palestina y toma como referencia a la opinión pública
internacional, para más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Pallywood,
justamente tomaremos este hecho como una buena parte de lo que se ha
considerado hasta ahora de la crisis venezolana, y en cuanto a que las
argumentaciones tomaron la naturaleza de la democracia en Venezuela y las
pruebas audiovisuales al respecto y los fenómenos se dieron en torno a ella,
Jean Baudrillard habría pensado en algo similar pero más ambicioso la “Híperealidad”
para considerar que la transmisión televisiva de la Guerra del Golfo había
alterado tanto la forma en que fueron contados los hechos que la guerra metafóricamente,
al menos es la interpretación del que escribe no habría ocurrido.
Esta pregunta tiene un sentido-
primero pensar qué papel tiene la opinión pública y lo que se considera como
fundamental el apoyo que una sociedad da a un proceso político, golpe de
Estado, o Revolución de acuerdo a lo que ve, entiende y las opiniones que se
forman en torno a los “acontecimientos”. Esto es importante, lejos está la
opinión y la memoria muchas veces de la historia, y mucho menos en los casos de
historia reciente.
Venezuela,
tuvo en este último tiempo dos golpes de Estado verificables, el que realizará
Hugo Chávez en la década del 90´ y el que justamente se daría contra él en
2002. En este punto podemos ver cierta crisis hegemónica en la sociedad
Venezolana, la que fue forjada en una serie de imaginarios del régimen
adecopeyano y el que se constituyó con el Polo Patriótico- que devendría más
adelante en el PSUV.
Sobre esto
justamente se traza una línea que debería ser la del debate en América Latina
por la perplejidad de la que suele estar acompañada. Primero por un punto que
solemos olvidar, América Latina y África son los continentes con más
“inestabilidad” política en el siglo XX, es decir, no por otra cosa que por
“Golpes de Estado” algunos sumamente sangrientos siendo oligárquicos y otros
que dieron su vuelco populista y un debate complejo entre legalidad y
soberanía.
Pese a todo
esto, pareciera que el debate que se da en torno a Venezuela fuera anterior a
1914. No es justo pensar que no hay más posibilidades de golpes duros, como el
de Honduras y de golpes “blandos” como el de Paraguay, considerando golpe en
una forma muy clara, concisa y limitada, la interrupción del mandato popular de
un gobernante. Es decir, la negación de la elección como el método fundamental
de gobierno y de la legitimidad. En este sentido cabe pensar, ¿Es suficiente el
voto? Cuando consideramos, la historia venezolana reciente, el Caracazo, el
golpe de Chávez, el golpe de 2002, ¿estamos ahora ante una situación similar?
Curiosamente cuando se lo piensa fríamente no tenemos una razón esencial para
pensar esto. Lo que podemos ver es un amplio ciclo petrolero que llega a su
fin. En este sentido pensar una crisis de gobernabilidad en medio de un proceso
de crisis en el financiamiento del Estado puede ser una crisis de hegemonía que
no tenga que ver necesariamente con un golpe de Estado pero sin una erosión de
la base de apoyo que puede tener hoy el gobierno venezolano. En este sentido
vale preguntarse tres cosas bien distintas: ¿Cuál es la estrategia de Nicolás
Maduro para poder salir de la crisis económica que se viene agudizando en este
último tiempo? – en este sentido las tácticas hasta aplicadas, y el control de
cambios, más la comercialización de los productos combinada con tratar de
controlar al empresariado no ha funcionado lo suficientemente bien. ¿No será
hora que Nicolás Maduro piense como Chávez en el papel de la política
internacional? ¿Qué están haciendo los otros miembros de la OPEP ? Estas preguntas forman
aunque parezca un tema menor parte fundamental de la realpolitik.
¿Pueden
estas situaciones afectar el rumbo general de los acontecimientos? Esta
pregunta es sencilla, cuando se piensa en un golpe de Estado, no se trata
simplemente de ver la “lealtad” o “deslealtad” como valores absolutos sino
entender los distintos intereses en juego. En este sentido podemos pensar una
relación suficiente, esta es la cual tiene que ver con la crisis posible a
nivel subnacional del PSUV, partido complejo que se desarrollo sobre procesos
sucesivos de sedimentación donde hubo incorporaciones y expulsiones de lo que
se consideraba el chavismo.
Por
estas razones antes enumeradas, una parte de la política venezolana depende del
apoyo de la región, especialmente del MERCOSUR y de potencias extrarregionales
como China, por otra parte las distintas políticas que tiene Estados Unidos en
la región, una de ellas con Colombia, otra con Panamá, y tal vez una distinta
como la que desarrollo en Paraguay. Podemos pensar que la lógica de Ucrania, es
decir una serie de ONG, movilizaciones, partidos extremistas; y gente no
agrupada que llevan a una crisis de gobierno puede que tenga y responda a otros
principios. Incluso geográficamente, esto se puede comprobar, en la relación
que hay entre Kiev y ciudades como Sebastopol. ¿No es suficiente pensar que
esto puede impactar en la realidad venezolana? Podemos decir aún sin tener toda
la información, las protestas tienen distinta intensidad geográfica e incluso
violencia. En este sentido, el problema consiste en sí mismo en la forma en que
las protestas fueron manejadas, la violencia en Ucrania llevó a un
estancamiento que precedió el fin del gobierno pro-Ruso. En este sentido
podemos pensar que la disyuntiva es más clara, en parte porque el péndulo del
ex/presidente es claro, la relación de la
UE con Ucrania y la relación de Rusia con estos, es
completamente distinta. En parte porque Rusia se ve geopolíticamente amenazada
por la OTAN ,
cosa que aún no ha ocurrido con Estados Unidos y Venezuela, esta situación no
hace recordar la famosa “Crisis de los misiles”. Ahora bien cuando pensamos en
esto no podemos de alguna manera re pensar qué es lo que forma parte de la
oposición más dura contra cierto sistema de gobierno, es esperable que cierta
oposición frontal re aparezca en Venezuela en parte por las características de
la sociedad donde la movilización puede ser alta en parte por la no negociación
entre instituciones fuertes.
Esto lleva
a pensar cierto escenario de larga crisis de legitimidad. Esta larga crisis, se
puede considerar que la política gubernamental como unidad va a ser la muestra
más capital de la resolución de la crisis a diferencia de 2002; parece que la
iniciativa pertenece aún al gobierno. En este sentido desde la muerte de
Chávez, la crisis de la transformación del chavismo sobre sí mismo parece ser
más importante que la forma en que evoluciona la oposición, pero como son dos
actores que aprenden sobre las respuestas del otro, la oposición venezolana,
puede que al dividirse en dos figuras; el que pertenece a Leopoldo López, el
más maximalista es decir el que apuesta al mayor cambio, no necesariamente
“revolucionario” o “golpista” como formula básica; podemos considerar en cambio
que Capriles, funciona dentro de una forma de populismo moderado y busca la
oportunidad de la crisis dentro del régimen para poder crear condiciones de
posibilidad para un “reformismo”. Estas ideas que son claramente dialécticas
pueden servir más que nada para pensar en la ausencia de políticas que se
aboquen directamente a la conquista del Estado, ¿debilidad de la oposición?
¿Difícil reemplazo en términos de gobernabilidad? – podemos entender entonces
que esta construcción funciona en parte en la manera que FEDECAMARAS tal vez no
haya sido parte actual y más importante del intento espontáneo o no de
desestabilización.
Esta idea
misma de una “reconciliación” en tanto un PUNTO FIJO, podría ser siempre una
extraña faceta que parecería ser la –tercera posición- entre bandos que
deberían pensar en una comunidad “originaria”. Podemos saber que en este
sentido, cierto papel de las distintas instituciones cambiará su peso, entre
ellas, el Ejército, la Iglesia ,
los partidos, podemos saber entonces que estos bloques que no desembocan en la
guerra civil, cosa que pasó en la Segunda Republica Española. Podemos decir que
esto tiene dos factores a considerar, el primero el considerar que la crisis no
pone en riesgo la unidad territorial del estado en Venezuela. El segundo que no
están dadas las condiciones para una guerra abierta, y que no hay ningún estado
que apoye abiertamente a los que se encuentran hoy protestando. Por eso mismo
la idea de “Pallywood”, la especulación sobre el papel que tienen las imágenes
a la hora de ayudar a generar un cierto estado de cosas tanto en propios como
ajenos. Cualquier régimen entra en crisis cuando las bases de su sustentación
interna y externa son erosionadas. En este sentido cabe pensar si no existe una
baja fiabilidad en ciertas publicaciones que dan vuelta por Internet que
terminan de distraer de los sucesos reales que se dan a la par. Las pérdidas en
torno a la reducción del accionar de Internet puede volverse un talón de
Aquiles por parte de ambos bandos, primero porque anula la “continuidad de
flujo de la información al exterior en tiempo real”; lo cual deja aislado a un
territorio lo cual hace que cualquier maniobra pueda darse en las formas más
clásicas del golpe de Estado, un cambio de poder en pocas manos es posible con
los medios controlados y sin Internet que con ellos, e incluso cuando se dan
como en Ucrania, desencadena efectos completamente distintos. Sabemos que
países como Turquía han procedido en recortar estas libertades, aislándose por
expresa voluntad de Erdogán, justamente esto hace y reduce muchas veces el
papel de las figuras que son espontáneas pero a la vez activa ciertas organizaciones que podrían estar en
el Estado y en la sociedad civil que tal vez no fueron detectadas por el Estado
en el cual se hayan.
Los
fenómenos del “como si” las fotografías, las declaraciones, y la no solución
hacen recordar con menos violencia y gravedad claro está lo que se vino
desarrollando en Siria. En este sentido cabe pensar, que el riesgo y la
impotencia frente a esta clase de conflictos, cierta pasividad internacional,
gran número de violencia sobre civiles, y un papel casi más importante de la
manipulación sobre las acciones clásicas en la toma del Estado, es decir,
largas crisis de la gobernabilidad y la soberanía, tal vez sabotaje, tiempo
para mantener estrategias, y conflictos de diferente intensidad con distintos
niveles de negociación. ¿Por qué se toma a Venezuela principalmente como un
caso particular y se discuten tanto las fotografías? Primero porque se discute
la definición de democracia esto ocurre con Iván Petrella miembro del PRO; y
otros que siempre especulan sobre si el “modelo chapista” es exportable o no,
lo cual cuenta con grandes grados de idealismo. ¿Trasplantar modelos es
posible? Pensar en este sentido es importante, el resto termina funcionando de
una forma completamente distinta a la esperada. A diferencia de la Guerra Fría , si se quiere, no
hay zonas de influencia tan claras, tampoco existen al menos retóricamente
ideologías canónicas, capitalismo versus socialismo o comunismo. Podemos decir
que en Venezuela y el complicado mecanismo de “reforma
constitucional/referéndums/movilización” funcionan como un paraguas plástico de
la democracia, esta democracia no funciona en los términos de la democracia
norteamericana. También podemos pensar que la idea de una democracia que
exporta desde Estados Unidos hacia el resto del mundo, y la idea misma de “Paz
Democrática” está en juego.
El
bolivarianismo no cabe como la forma de odio hacia Occidente como Irán, o
ciertas políticas que tuvo Cuba cuando exportó ciertas formas de acción en
Latinoamérica y el resto del mundo. En este sentido al no tener un choque claro
y lineal, Estados Unidos simplemente ha tratado de mantener a sus enemigos en
un solo frente, pero con distintas estrategias, no es lo mismo China- “gran
poder económico, alta interdependencia comercial, gran tenencia de deuda
pública norteamericana, y sobre todo capacidad de defenderse ante una
invasión.” Es decir China puede ser una hegemonía regional, y hasta un socio
útil para mantener a Corea del Norte, y otros bajo una cierta pauta de razonabilidad.
Rusia en este sentido ha funcionado de la misma manera, y el caso Ucraniano
parece demostrarlo. Brasil, el cual ha sido muchas veces subvalorado por Obama,
esta no voluntad de financiar a una hegemonía regional, salvo que se considere
a este sea México y sea el “nuevo PRI” de Enrique Peña Nieto;
el representante de esta operación. Chile, Perú, incluso Colombia aún parece
que no reciben el apoyo suficiente para ser aquellos que ordenen la región, ya
que Estados Unidos quiere una inferencia directa. Este desprecio por Brasil, el
cual ha sido la válvula, entre el Chavismo y los distintos TLC, e incluso el
MERCOSUR y el tratado de libre comercio con la UE , funciona también como un pilar regional.
Brasil también ha sido el país del Mundial 2014, es decir una ventana al mundo
de Latinoamérica, y también podemos decir se trata de una forma de equilibrio a
largo plazo. El real es la moneda tal vez más fuerte, la economía brasileña es
la economía más grande. Este ha sido el país que ha dado fondos a Cuba mediante
la inversión, y ha compensado la decadencia de la actividad venezolana en el
exterior desde la caída de cierto activismo de Hugo Chávez. Ahora bien, ¿esto
afecta Venezuela? Podemos decir que si, y en este sentido Brasil, aún no ha
intervenido de manera decisiva en el conflicto. Por eso mismo debemos pensar
que el conflicto se haya en una fase inicial y que hay posibilidad de una
pérdida de la iniciativa por parte del gobierno de Maduro, sobre esta sí pueden
desglosarse distintas estrategias de la oposición venezolana, a) negociación
local entre gobierno y oposición sobre la base del PSUV- pesos relativos de los
territorios; b) negociación nacional- una nueva convivencia del gobierno y
oposición (debate sobre la sucesión de Maduro). C) Aumento del conflicto y
profundización, este se da si la crisis económica empeorará haciendo que las
políticas gubernamentales resulten más impotentes- en este sentido tal vez se
evite el efecto del “secuestro” como el ocurrió con Hugo Chávez ya que esto fue
el efecto contraindicado al efecto del –golpe palaciego-. Este último depende
mucho de las FF AA y del PSUV. Por último puede que el cambio parcial de
resultados electorales futuros en el territorio puede procesar, y reorganizar
las formas de gobierno y oposición. Con esto se puede decir, a) El gobierno no tiene que tener una salida
suicida: crisis política, crisis económica, fin del PSUV, y cierto vacío
general dentro del chavismo como el que se dio en algún momento sobre Acción
Democrática y el sindicalismo del país. Esto es clave, es decir un partido y
una institución se diluyen, esto podría pasar, si organizaciones fuera de las
FF AA como lo que se imputa a los Tupamaros y el fin del PSUV por una crisis de
liderazgos y de territorios. Pero esta forma sobre todo la fase final, es
decir, las FF AA afásicas y el fin del PSUV como implosión podría llevar años.
Nada tiene que ver sobre el papel mismo de las víctimas por lo menos no hasta
ahora, si pensamos como trasfondo el Caracazo.
Esto
debería hacernos pensar, cuán cerca estamos de una propuesta multifacética de
un proceso largo, el cual tiene que ver con el bolívar, nuevas misiones que
podrían reformar las existentes, las relaciones con el resto de los actores
regionales, por eso mismo queda claro que la violencia en las ciudades opera
como un efecto multiplicador en la angustia en torno a la gobernabilidad cuando
las bases del consumo popular y no popular se encuentra restringido. Esta idea
de satisfacción trivial versus la gobernabilidad esto es, que lo más simple
puede alterar o crear demandas difíciles de adjudicar a un liderazgo es algo
que ocurre en sociedades en crisis largas y pronunciadas invariablemente del
orden institucional que se está desarrollando. En este sentido poner en duda,
a) el papel de las imágenes, b) el papel de los medios de comunicación, c) el
peso de los liderazgos políticos relativo, de Maduro y de todos los otros, d)
las expectativas de los grupos de influencia, los líderes y el hombre común-
como un resumen.
Estas
consideraciones terminan por cambiar las formas de un golpe blando como si
fuera un acontecimiento inminente pero que se acerca a especulaciones generales
sobre: tipo de cambio; productividad de PVSA, relación de la región y del resto
de los socios comerciales, y el papel de China y otros actores si invierten o
no asociados con el gobierno. Perder cierto margen de acción que se mantenga
dentro de los límites de una democracia convulsionada pero aún estable puede
que sea la realidad más compleja de Venezuela, no se hace otra cosa que
deformar el papel de la política y del Estado. Podemos decir que el golpe
blando, el golpe de Estado, u otras formas, no tienen que ver con el número de
formas, ni cómo son mostradas pero es cierto que ante el exterior, estos daños
hacia la población civil, y el papel de los DD HH, si han servido para ser el
reaseguro de legitimidad en torno al cambio de manos dentro del poder, ya sea
dentro del chavismo o fuera de él. Desde allí parten las especulaciones al
menos por ahora.
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