Predicciones que fallan y crisis que no se preveen:
En estos días se han podido ver en Argentina especialmente signos de triunfalismo sobre ciertos objetivos económicos que serían “cumplidos” versus ciertas profecías falladas, estos serían los economistas liberales derrotados. En este sentido el “default técnico” argentino ha sido una muestra de una situación que ha quedado en un empate- con consecuencias para el financiamiento externo-, donde no podríamos saber quién le podría sacar rédito en la política interna o internacional. Argentina salió de los medios internacionales que han optado este año por el fundamentalismo islámico, el precio del petroleo y la recuperación dudosa de la economía norteamericana.
-¿Podemos decir que las consecuencias importantes que están ocurriendo en estos días no afectarán a nuestra región?- La respuesta es no. América Latina a va recibir las consecuencias de este efecto muy pronto y esta vez como en otras oportunidades no tendrá posibilidad de compensarse por otros medios. No hay margen como en 2008 para apostar a un keynesianismo justamente heterodoxo entre los heterodoxos.
Ahora bien, desde fines de noviembre, el precio del petróleo a comenzado a caer. En parte por una decisión de Arabia Saudita como lo realizó en otras oportunidades, la más recordada 1986 sus consecuencias se extendieron hasta 1990-, justamente para mantener su cuota de mercado. Este es el poder de Arabia Saudita y no otro, y es la forma en que Estados Unidos con este aliado ha afectado muchas veces el destino de Medio Oriente. Arabia Saudita está arruinando el mercado del petroleo no convencional en Estados Unidos y el Argentino en potencia, el primero, el primero que iba camino al auto-abastecimiento y un Estados Unidos netamente “exportador” de petroleo y potencialmente manufacturero. Este es un dato que no es menor, la OPEP, está sufriendo una de sus duras y contradictorias pruebas ¿Qué clase de cartel o trust es este? Irán y Venezuela le han otorgado la culpa a Occidente pero con una ausencia de claridad pronunciada. En este sentido Venezuela misma lo está sufriendo. El ciclo petrolero ahora va a la baja sin ninguna garantía de repunte sencilla. Nada de esto ha sido una especulación mediática sino la firme voluntad de alterar el mercado en el largo plazo (la sobreoferta supera por mucho la economía tan liviana y hasta por qué no decirlo -postmoderna de las expectativas racionales); al afirmación de un petróleo nunca más a 100 U$s es temeraria -Arabia Saudita sería un país irrelevante en el largo plazo y su financiamiento al terrorismo se licuaría lo cual plantea una paradoja- ¿Esto no combate al terrorismo? la respuesta es no pero si cambian los patrocinadores y a la vez, demuestra como un actor que estaba dormido está influyendo incluso en países como Rusia, el cual sería una potencia militar pero tiene en este su talón de Aquiles.
Argentina y sus medios le han dedicado una atención que muestra que la miopía se ha apoderado de gran cantidad de medios de oficialismo y oposición, las entrevistas a los candidatos a presidente no hablan de la crisis internacional, ¿acaso por alguna razón Argentina está a salvo de ella en esta transformación que le pega a los países no centrales?. “Vaca Muerta” quedó como resultado en una promesa que ahora puede que sea inviable, por acá justamente todo está demasiado verde. ¿Era Vaca Muerta la solución a todos los problemas? Lo era, si la idea era mantener la matriz productiva energética que en Argentina puede ser deficitaria fácilmente si uno considera que el “subsidio a la energía” es una de las grandes claves de la recuperación económica por parte de la decisión del entonces presidente de la Argentina, Néstor Kirchner. La política interna de la Argentina tendrá que ver cómo encuentra los dólares que le van a faltar- sino quiere estancarse o tener recesión-, porque las inversiones si no se materializan serán un cuello de botella.
En esta situación se hace evidente que existen crisis importantes que no han sido analizadas. A diferencia del optimismo que se ha establecido por el apoyo chino. Justamente podemos ver que la ayuda, cada vez más necesaria en muchos países latinoamericanos recuerda en parte a la ayuda que el Fondo Monetario Internacional prestó, en muchas oportunidades incluso antes de la reforma del Estado en cada uno de los países sudamericanos, dinero barato, condiciones de pago dudosas, cada renegociación implica nuevas tasas de interés y se puede prestar mucho dinero barato en un momento para luego re-prestarlo mucho más caro luego. En este sentido, el pago de la deuda externa Venezolana sólo parece ser del interés de los grandes medios norteamericanos- ¿qué clase de debate hay dentro de quienes apoyan a la revolución bolivariana si este tema capital no se debate?- Maduro sí dice que consigue apoyo de Qatar y su banca, netos propulsores de la baja del precio del petróleo y de China. Está lejos el momento donde el pago o no pago de deudas por los países de la región tenga apoyo suficiente por parte de sus vecinos, un club de deudores a nivel regional es por lo menos un espejismo hoy en día.
En este sentido el precio del petróleo termina por ser preocupante en economías que son forzadas a la re-primarización en parte por su necesidad de divisas (¿se puede pensar en otra forma cuando la inversión extranjera directa tiene que ver principalmente con las materias primas?), y atraso en inversiones de otro tipo, por ejemplo de servicios, el contrato de 4g en Argentina, por ejempo, conseguido ahora. No nos equivocamos si decimos que ante la ausencia de fondos para otras necesidades los gobiernos vuelven a dibujar la frontera entre público y privado, en el caso del petróleo, esto se ve en la explotación marítima, donde Petrobras, está considerando una retracción de sus inversiones entre 5.000 y 11.000 millones de dólares, es decir la posible venta de activos- privatización. El escándalo de Petrobras, con intencionalidad o no política ya ha venido golpeando a la empresa y bajando el precio de sus acciones lo que hace que esta “privatización” sea más posible.
Argentina con YPF también tiene una posición particular, una empresa que tiene que ser capitalizada, por las razones por las cuales tuvo que ser expropiada o al menos las que se alegaron ahora está en medio de una presión, no poder asegurar una rentabilidad de precios suficientemente alta a escala internacional para poder conseguir inversiones y divisas, la deuda en este sector condicionaba gran parte de los gastos del Estado.
El petróleo sigue siendo la base de la “Enfermedad Holandesa”, la cual no es otra cosa que el subsidio de una economía en su totalidad por medio de una renta. En este sentido, podemos entender que incluso en Argentina la soja hoy a la baja funcionó principalmente como ese motor. La renta a través de subsidios cruzados tiene hoy una expansión importante, la modernización de trenes, hecha hoy a través de capital chino, tiene como resultado una forma tardía de intervención sobre un tema capital para la inversión y el transporte del país. Lo mismo se puede decir de la energía eléctrica, en muchos países de América Latina la escasez, es la muestra donde se puede percibir como se corta por lo más delgado.
América Latina no está previendo una salida a esta enfermedad holandesa sino que tiene en su seno una contradicción que más bien propende a aumentarla, el extractivismo como resultado le gana cómodamente a todo lo post-neoliberal que pueda ser ideológicamente un régimen político o que declame ser.
Un contagio al resto de las materias primas:
La caída del precio del petroleo, a presionado a devaluaciones en varios países, de hecho esto se va en el rublo (rusia), en Irán, y en Brasil, la sobreabundancia o sobreproducción ahora pega sobre el cobre y el hierro, elementos de nuestros países, como Chile y Brasil. Si bien la fuga de capitales tiene un efecto particular sobre estos países, el petróleo la ha empeorado. Monedas más débiles en un contexto de aumento del dólar pueden ser positivas en saldos exportables pero, muchas veces no llegan a serlo si la economía no expande a la velocidad necesaria. En este sentido, el socio principal de América Latina China, está en una etapa de desaceleración.
China sigue prestando dinero, divisas en diversas formas, pero a la vez ya no compra a la velocidad necesaria. Una dependencia financiera comienza a crecer donde antes había una “propesperidad comercial”, ¿acaso este fenómeno no debe llamar la atención? - al bastión de lo que se llama post-neoliberalismo bien le cabe la definción de su condicionante más fuerte el extractivismo. ¿Dónde quedarán las resistencias y las reservas materiales frente a esta realidad? En este sentido las crisis que se encuentran varios países como Venezuela y Argentina evidencian este problema. Hasta ahora, incluso el gasto fiscal, la inflación y otros objetivos se podrían seguir financiando- la actividad haría que se licuen. Porque el horizonte sostenía que se podrían “invertir” en el consumo es decir subsidiar el consumo, y en esta inversión desarrollar una suerte de industrialización que expanda estos mercados. Pero es evidente que los precios se han derretido. No sólo eso, no hay cambios que puedan hacer que las transferencias de ingresos por inflación, o por otros efectos como la recesión quede en manos de sectores populares. La actividad se financia por medio de inflación pero favorece a la tasa de ganancia, siendo el empresariado el que gana más por esta actividad, y el empleado pierde netamente ingresos, y si no lo pierde, en términos reales para la compra de algunos bienes, inmediatamente termina siendo esta contradicción resuelta macroeconómicamente con un tipo de cambio atrasado.
Emir Sader confusamente tomó el peor momento para hablar de la ultra-izquierda fracasada. ¿Acaso será que la ruina real de los países hoy está en manos de partidos que muchas veces no se ven como opciones electorales? De acuerdo a este discurso, las consecuencias, más sólidas del cambio, sobre todo los precios internacionales son obviadas, ¿acaso no fue por eso que el agronegocio pesó tanto en Brasil en la última elección? Es claro que no se lo percibe así, tampoco se percibe que el anuncio del Sacudón-ajuste- (así lo llamo Nicolás Maduro) no es del todo claro. Rusia misma es la prueba palpable de un cambio de situación. La presión es evidente, la respuesta no siempre es la mejor.
Los intencionados editoriales, describen a los países de acuerdo a lo que cree que será su final, así lo han hecho ABC de España con Argentina como un país de mentira, pero igualmente lo ha hecho la prensa alemana que se ha despachado contra la Federación Rusa y Vladimir Putin. Justamente es la base de la crisis mundial, que ha cambiado de forma la que hace que se hagan nuevos vaticinios del cambios en el poder. Mientras tanto, América Latina no piensa en cómo integrar algunas de sus necesidades vitales. Primero, poder crear fondos para poder evitar problemas desde el exterior, con la salvedad claro está que el BCE, hoy en parte “manejado” por Alemania puede que sea una distopía de esa realidad.
Conclusión:
Se ha dicho hasta el cansancio que la historia primero ocurre como tragedia y luego ocurre como farsa. En este sentido, como lo entendía Marx, una crisis seria, vendrá a América Latina de la mano de una economía internacional que presionará por aumentar sus ganancias, lo ha hecho en otros lugares del mundo, luego de más de diez años de una fuga de los especuladores a las materias primas, ahora, las acciones, los bonos, el oro, la plata, e incluso la nueva deuda que los países latinoamericanos van a otorgar será la base de una nueva rueda de reparto de beneficios. En este sentido, la inocencia no se puede dar, si este tema no es debatido, la comedia será negra con un agravante. Este será sin duda la ruina total del discurso y de la ideología del post-neoliberalismo aislado de bases concretas y materiales. Del despretigio del estatismo llegó el neoliberalismo con el transformismo de las clases dominantes, ¿cuál será el nuevo transformismo en puerta si las condiciones, las políticas, y las decisiones no se tienen en cuenta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario