Antes que nada vale la pena decir, Brasil está teniendo un
conflicto serio en torno a los problemas de la organización del Mundial. Puede
que este sea uno del conflicto más pesado que alguna vez hasta afrontado desde
que está en el gobierno.
1-
¿Esto
afectará a la región?
Podemos afirmar que sí, afecta a la región en cuanto que
demanda cierta interpretación internacional. No es cierto que los grandes
mercados sigan mundiales pero podemos saber que los Estados muchas veces gastan
millones y esperan “recuperar” una parte de ello en el éxito del evento
deportivo. Además esto forma parte de jugosos contratos para las burguesías
locales. En el caso de Brasil esto se pone en juego más que nunca. ¿Conflicto
entre las burguesías luego de años de crecimiento? La respuesta es sí. Son las burguesías
las que disputan el éxito o el fracaso, el resto de la sociedad está sujetada,
la deuda de Brasil como en el resto de América Latina se hace evidente.
No tiene sentido pensar siempre que se trata de intereses de
políticas públicas. Esto no siempre es así, sino más bien de un resultado del
conjunto. Por esto se puede decir sin lugar a dudas que en toda la región se
especula a largo plazo. El mundial es una excusa pese al chauvinismo, queda
claro que el mundial en sí mismo, no aporta una diferencia sustancial.
¿Conviene que Brasil tenga éxito? Como en todos los casos de
sus países cercanos, las transiciones son complejas. Oposiciones relegadas por
años esperan volver. No se considera entonces que esto sea una clave menor. Se
trata en todo caso de valorar la evidencia. Curiosamente en Argentina en el
momento de la consagración de Mundial y Olimpiadas fue recibido en Brasil como
la cima del premio al “buen gobierno” de Lula. Ahora esto sería un error. ¿Se
deduce esto parte del oportunismo? Podemos decir que sí. Como en los Juegos de
Sochi, existe una política paralela en mostrar ciertas falencias políticas. Esto
se da en un marco complejo, la región está en un cuello de botella. La inflación
en Venezuela y Argentina, la falta de inversión clave en toda la región. La
inversión no ha unido a la región en forma que sí lo ha hecho la
UE. La integración aunque muchas veces
salga mal, tiene que ocurrir a todo nivel. Los Estadios muestran una inversión
que expande la industria de la construcción pero que no es una herencia vital
para los países. En este marco la crisis en Brasil por el mundial puede tener
significado incierto. Se trata de considerarlo.
2- ¿Argentina
y Brasil? ¿Espejos?
Argentina se encuentra comprometida a todo nivel con el
Mundial. El ánimo de la gente muchas veces no se maneja por pautas racionales. La
presión por el dólar ha bajado en forma increíble. La recesión y la presión
sobre el ingreso han cortado la brecha más feroz del dólar. La clase dominante
está dividida, primero se presiona a los sueldos, luego a liberalizar la
inversión extranjera al final, se llega a la corrupción como problema. No
obstante esto, el Mundial tiene efectos en el ánimo de la gente y altera las
agendas dominantes. Los medios saben que es negocio, La
TV Pública tiene la preferencia en la transmisión.
Ahora eso no implique que este no sea tal vez el mundial más politizado alguna
vez presenciado. Con seguridad se trata de una alternativa completamente
distinta. Los medios pueden tener una relación secundaria en estos casos. El
oficialismo puede tratar de romper con ciertos lineamientos. La oposición
terminar de decidir cuál es el papel del radicalismo. El mundial hace que la “política”
quede en suspenso. Sólo un Argentina campeón del mundo podría alterar la lógica
presidencial y de la oposición. Ganarse el favor de la gente por el mundial
termina por ser un giro un poco exagerado pero será real, se supo con el Bicentenario
y la muerte de Néstor Kirchner que funciona. La política Argentina en este
sentido será conservadora.
No obstante, la relación más importante para Argentina es la
de automotriz, Argentina pasa de 1.000.000 de unidades a 740.000 para “mantener
puestos” de trabajo. Al menos esto considera SMATA. Una parte del complejo
industrial argentino tiene un cuello de botella que sólo puede ser liberado con
la inversión que sería aplicada vía acuerdo del Club de París, y el fallo
favorable en Nueva York. No es poco, cuando se toma esto en cuenta, y se
considera además que candidatos como Randazzo y Scioli dependen del humor
social. Podemos saber sin temor a equivocarnos que el Mundial sirve como un
mero pasatiempo. En este periodo, se termina de pensar la estrategia que el público
ignorará antes de 2015.
3-
¿BRICSA? ¿Qué
esperar y qué temer?
Si la
Argentina merece o no el mundo emergente es algo que no
discutiremos. Si diremos que, el mundo emergente tiene sus particularidades.
Rusia acaba de crear en sus fronteras un enrome conflicto. En la India acaba de ganar un
partido nacionalista, aliado de los EE UU, pero dispuesto a tener su posición
con el club que le da una importancia inédita. China es un gigante dormido, que
sigue presionando aunque no encuentre la vía tan sencilla. El futuro de la hegemonía
china es lento, progresivo y muestra conflictos latentes. Por su parte,
Sudáfrica es el más similar a Argentina, desarrollo basado en extractivismo. Podemos
decir que se trata de una realidad interesante pero que se basa en Vaca Muerta,
creemos que se trata de una vía alternativa al MERCOSUR, distinta de la CELAC y que muestra una
Venezuela declinante. Si Brasil, y Argentina avanzan en el capitalismo
pareciera que pueden forma parte de aquello, la paradoja es clara, Argentina y
Brasil, puede que inviertan en Cuba como antes Venezuela con su política
petrolera ayudó a la isla, mientras el lobby demócrata apuesta por el fin del
bloqueo. Todo esto presionaría para poner fin a cierta forma de socialismo en
Cuba. Si esto se da a la par de otros procesos puede que el “Bolivarianismo” de
paso al “Mundo emergente” en el cual la Realpolitik pesa mucho más.
El olvido de Venezuela es palpable, la agenda hoy tiene como
principal objetivo sostener las políticas que dan alianzas seguras, y votos
seguros. ¿Será esto el fin de la parte más generosa del proceso? La sociología
de los sectores que demandan más se vuelve obtusa. Se trata de una sinergía
compleja.
4-
Conclusión:
El mundial funciona como un “plebiscito”, no forma sí una
consecuencia de los conflictos más importante pero sirve para la prensa
nacional, local e internacional. Tiene en sí misma capacidad de alterar, qué
pensar, y qué decir. Muestra que la sociedad de naciones latinoamericanas,
depende de múltiples variables. Entre ellas aquellas que se vinculan con:
prestigio, desarrollo, humor social y elecciones próximas. Se dibujan
oposiciones en el horizonte más organizadas que antes. El mundial es una excusa
como la crisis de Ucrania o Siria para mostrar quién es quién, incluso a veces
pecando en la banalidad. Brasil y Argentina tendrán como resultado final, un
cambio de humor social, y juicios exagerados, todo ello condicionará la
percepción, y sobre esto se montará una parte del discurso del fin del 2014 y
principios del 2015. Su valor reside en no descartar el potencial oportunismo,
esperar que Brasil no cometa errores nefastos en la organización del mundial, y
suponer que la integración de Argentina y Brasil va a ser factible. El resto es
deporte, nacionalismo y entretenimiento.
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